No temas a los pensamientos

En el antiguo tratado taoísta llamada "Discurso sobre la mente", del Maestro Celestial de la Vacuidad y la Tranquilidad, puede leerse: "No temas el surgimiento de los pensamientos, teme sólo el retraso en advertirlos. Porque el surgimiento de los pensamientos es algo natural, y su posible efecto nocivo puede paliarse con la no acción de evitar perseguirlos".

El Tránsito de vivir con conciencia a vivir con espiritualidad es un Sendero lleno de peligros. Pues la falta de conciencia nos aleja del Tao, pero el exceso de conciencia en nuestros propios pensamientos, nos encierra en nuestra mente, y nos impide abarcar el Tao infinito.

Son muchos los que, al meditar y en su vida cotidiana, imaginan seres extraños que les dictan palabras agradables o visualizan energías aparentemente poderosas que les otorguen habilidades especiales. Todo eso no son más que brumas mentales que impiden vivir en la Vacuidad del Tao.

Por eso en otro ancestral texto titulado "Discurso secreto sobre el paso misterioso", atribuido al Maestro de la Luna de Jade Blanco, reza: "No tengas la mente puesta sobre la cosas, ni tengas cosas en la mente". Todas las construcciones mentales son recursos del propio ego, tratando de adaptarse a un entorno cambiante. Al verse uno como algo separado del medio que le rodea, tiene que hacer continuos esfuerzos de supervivencia. Pero en la vacuidad uno pierde incluso hasta la necesidad de adaptarse, porque ya forma parte del Todo.

Cuanto más victorioso te siente sobre el entorno, más separado estás de este. Y en esa vanidad, entras en la lucha continua por preservar esa autoimagen de control y dominio. El esfuerzo no acaba nunca, pues al cambio es continuo, y la necesidad de afrontar nuevos retos también. Afinarás tu conciencia con cada nuevo desafío, pero lo espiritual te seguirá siendo un mero concepto abstracto e inalcanzable.


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