La mente no siempre se puede clarificar sentándose en meditación silenciosa. De hecho, esto puede provocar que la mente se vuelva estrecha, no que esté clara. La conciencia integral es fluida y adaptable, y está presente en todos los lugares y momentos. No por huir del mundo o aislarte del mismo, tu comprensión será más nítida y tu mente hallará la calma.
El Tao es sencillo y claro, por eso no huye del mundo.
Cuando uno se limita a amar a su familia y amigos, a ayudar a sus compañeros, a ser leal y honesto, a cuidar de su pareja, a realizar su trabajo con concentración y meticulosidad, asumiendo sus responsabilidades, o a practicar las virtudes del Tao sin antes exigírselas a los demás, es entonces cuando encuentra la verdadera Claridad, la verdadera Sencillez y la verdadera Maestría Meditativa.
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