la verdadera Ayuda

Es lógico que presupongas que por sentirte vital y enérgico, seas capaz de transmitir ese bienestar a quién sufre y está enfermo, hasta el punto de conseguir que mejore y que se sienta mejor.

Más inteligente es, sin embargo, basarse en un estudio constante y disciplinado que te permita conocer las variables que influyen en la salud del cuerpo humano. De esta manera, la ayuda que puedes prestar a alguien para que se recupere de sus dolencias y alcance un mayor bienestar, será mucho más poderosa.

El trato afable, la calidez y la cordialidad son indispensables para que el prójimo se sienta cómodo y confíe en ti. Pero basarse sólo en esta cordialidad para ayudar a que consiga eliminar una dolencia que padece, es el camino de quién cree que tendrá un poder sin hacer nada por obtenerlo.

El verdadero sanador no sólo es afectuoso, también dedica una buena parte de su tiempo y de su Vida a estudiar y a tratar de Comprender la leyes de la Naturaleza para poder Armonizarse con ellas en su beneficio y en el de los demás.

Por eso, los maestros taoístas afirmaban que la verdadera Ayuda requiere una Conciencia y una Dedicación continua. Puedes haber nacido con cierta facilidad para curar a otros, pero si no perfeccionas tu Arte, y te limitas a pensar que esa facultad ya está en ti y que no requiere un Desarrollo estás, en cierta manera, despreciando el Don que te ha sido Concedido.

Comentarios