¿dónde reside la energía?

Potenciar la propia energía y vitalidad es algo que depende de cada individuo. En cada pensamiento, palabra o acto estamos dirigiendo nuestro ánimo hacia un destino concreto, aunque no siempre conocido. Por eso, cuanto más consciente es la persona de cómo estimula o inhibe sus energías, mejor puede canalizar su fuerza.

Para ello, no sólo es importante lo que cada uno hace, sino también donde lo hace. Porque hay lugares donde el ser humano siente que más propicio el desarrollo de su vitalidad...

Hay quiénes necesitan el silencio y la penumbra de una estancia cerrada, y quiénes buscan la magnitud de la naturaleza en bosques o montañas. Cada cual siente qué lugares son los más adecuados para fomentar su motivación e incrementar su vitalidad. Por eso, es útil dedicar un tiempo, un esfuerzo y una conciencia a encontrar dónde uno se conecta más fácilmente con su propio Ser.

Sin embargo, corren tiempos en los cuales se intenta condicionar a las personas, hasta el punto de convencerlas dónde pueden sentirse plenos y dónde no. Se construyen enormes extensiones llenas de estímulos que apagan la conciencia, y tratan de convertirnos en meros devoradores de incentivos. Lugares de aparente tranquilidad, pero donde la mente está siendo golpeada de manera incesante con reclamos sugerentes.

Volver a espacios naturales nos permite volver a sentirnos a nosotros mismos. Puede ser junto a un río, en una llanura abierta o los desfiladeros estrechos de un sierra abrupta. Se nos ofrecen cientos de posibilidades para regresar a los orígenes de nuestra condición humana.

La paz interior es más asequible si uno sabe dirigirse a esos lugares dónde reside la energía que sintoniza con su propio Ser.